Mensaje del Dr. Bezerra de Menezes
con ocasión del cierre del Curso de Capacitación del Trabajador Espírita
Sudamericano:
¡Amad vos mis hermanos!
Mis hermanos:
Que nuestras almas emocionadas en este momento se unan al Cielo para que juntos podamos agradecer por este Evento.
Queridos amigos, cuantas distancias. Recordemos a lo largo de los siglos, esos siglos que son perennes, que trazan y marcan los destinos de la Tierra y de todo el Universo creado por nuestro amantísimo Padre que ilumina con luces resplandecientes a sus hijos, principalmente aquellos que han encontrado en su Hijo Divino la mejor orientación y que ha marcado a través del tiempo los rumbos, a través de la maravillosa Doctrina de Amor que une vuestros corazones.
El coraje, la voluntad, la disciplina en la búsqueda permanente del ascenso hasta Nuestro Padre, libertando nuestras naciones y nuestros corazones de las miserias humanas, las conquistaremos solamente mis hijos del alma, Espíritus amantísimos para nuestros sentimientos, que habéis abrazado, como nosotros, la lucha incansable ante las barreras difíciles. Pero aquellas barreras que encontremos en los caminos serán limpias por el amor y por la presencia del Cristo en cada momento en el rincón más distante, donde la palabra cristiana esté iluminada desde la labor de todos los Espíritus embarcados en la Doctrina Espírita.
En los momentos más críticos y dolorosos de vuestras experiencias como trabajadores, como sembradores de las tierras del Cristo no dejéis de elevar vuestras miradas, que el abrazo fraterno y afectuoso de nosotros que aquí estamos para abrazar, ampararos, orientaros con cariño y afecto. Jamás os dejaremos desamparados.
¡Coraje mis hermanos!
¡Coraje! Que estamos trabajando juntos por la victoria y la conquista de un mundo mejor. Principalmente ¡amad vos! ¡Amad vos! Que esa sea la consigna de todo espírita en esta América victoriosa, amparada e iluminada por el Amado Dios.
¡Amad vos mis hermanos! Que nosotros vos amamos profundamente.
Retornad, colocad las semillas en la tierra y regadlas con cariño porque la luz del sol de nuestro amor estará iluminando para que florezcan y den frutos maravillosos para el regocijo de nuestras almas.
¡Amad vos mis hermanos!
¡Amad vos siempre! Que nosotros, los Espíritus Espíritas, aquí desde cerca de ustedes, les deseamos ¡mucha paz! ¡Mucha paz!
Con cariño, ese humildísimo servidor.
Bezerra
Que nuestras almas emocionadas en este momento se unan al Cielo para que juntos podamos agradecer por este Evento.
Queridos amigos, cuantas distancias. Recordemos a lo largo de los siglos, esos siglos que son perennes, que trazan y marcan los destinos de la Tierra y de todo el Universo creado por nuestro amantísimo Padre que ilumina con luces resplandecientes a sus hijos, principalmente aquellos que han encontrado en su Hijo Divino la mejor orientación y que ha marcado a través del tiempo los rumbos, a través de la maravillosa Doctrina de Amor que une vuestros corazones.
El coraje, la voluntad, la disciplina en la búsqueda permanente del ascenso hasta Nuestro Padre, libertando nuestras naciones y nuestros corazones de las miserias humanas, las conquistaremos solamente mis hijos del alma, Espíritus amantísimos para nuestros sentimientos, que habéis abrazado, como nosotros, la lucha incansable ante las barreras difíciles. Pero aquellas barreras que encontremos en los caminos serán limpias por el amor y por la presencia del Cristo en cada momento en el rincón más distante, donde la palabra cristiana esté iluminada desde la labor de todos los Espíritus embarcados en la Doctrina Espírita.
En los momentos más críticos y dolorosos de vuestras experiencias como trabajadores, como sembradores de las tierras del Cristo no dejéis de elevar vuestras miradas, que el abrazo fraterno y afectuoso de nosotros que aquí estamos para abrazar, ampararos, orientaros con cariño y afecto. Jamás os dejaremos desamparados.
¡Coraje mis hermanos!
¡Coraje! Que estamos trabajando juntos por la victoria y la conquista de un mundo mejor. Principalmente ¡amad vos! ¡Amad vos! Que esa sea la consigna de todo espírita en esta América victoriosa, amparada e iluminada por el Amado Dios.
¡Amad vos mis hermanos! Que nosotros vos amamos profundamente.
Retornad, colocad las semillas en la tierra y regadlas con cariño porque la luz del sol de nuestro amor estará iluminando para que florezcan y den frutos maravillosos para el regocijo de nuestras almas.
¡Amad vos mis hermanos!
¡Amad vos siempre! Que nosotros, los Espíritus Espíritas, aquí desde cerca de ustedes, les deseamos ¡mucha paz! ¡Mucha paz!
Con cariño, ese humildísimo servidor.
Bezerra
No hay comentarios:
Publicar un comentario