sábado, 12 de octubre de 2013





JUEGO 
DE LAS VIRTUDES EN LA EVOLUCIÓN
Basado en la actividad propuesta por Selma Said, en su libro “Mi corazón preguntó”. Ed. Voces.
Objetivo: Comprender algunas virtudes y su papel en nuestra evolución espiritual.
Edad sugerida: de 10 a 14 años
Materiales necesarios: Hoja de papel kraft (o pizarra), una escalera de diez escalones para cada uno, hoja de preguntas y respuestas (para el coordinador)

1-      Dividir la clase en dos o tres grupos, darles papel, pegamento, lapiceras.
Confeccionar una  hoja de preguntas y respuestas para el coordinador. (Observación: el pegamento será sustituido por cinta de pegar si se trabaja en una pizarra.)
2-      Entregar a cada equipo 10 tiras de papel grandes, las tiras deben ser grandes y anchas como para que quepa la palabra respondida  y luego pueda ser adherida a cada escalón de la escalera.
3-      Explicar como es el juego a los alumnos, dar algunas pistas y cada equipo tendrá 20 segundos para dialogar y dar respuesta a la pregunta.

a)      Saber esperar nuestro turno u oportunidad y no sentirse  irritado cuando las cosas demoran son muestras de esa virtud. Como se llama? PACIENCIA.
b)      Nos ayuda a colocar las ideas en acción y nos hace sentir útiles. Todo: los libros, las casas, la comida, las invenciones, son frutos de esa virtud. Cuál es? TRABAJO
c)      Dar a cada uno según sus obras y según su merecimiento, hacen parte de esa virtud. Cuál es ella? JUSTICIA
d)     Saber agradecer por lo que tenemos y recibimos todos los días, es el significado de esa virtud. Cómo se llama? GRATITUD
e)      Hecha de palabras y acciones, es una virtud que nos pide cumplir con nuestros deberes y promesas. Quien la posee hace siempre lo mejor posible. Cuál es ella? RESPONSABILIDAD.
f)       Quien ayuda, extiende la mano a quien lo  necesita, pone en práctica esa virtud. Cuál es? CARIDAD.
g)      Transparente, sincera, no finge ni inventa ser lo que no es. Cuál es ella? SIMPLICIDAD.
h)      Establecer los objetivos y llevarlos a la práctica, haciendo lo que sea necesario para lograrlos, sin desanimarse, hacen parte de esa virtud, que es la DISCIPLINA
i)        Aceptar un desafío o resolver un problema? Quien posee esa virtud no tiene miedo de enfrentar las dificultades. Qué es? CORAJE
j)        Querer bien y gustar son parte de un sentimiento que hace parte de la vida y vale la pena, se llama AMOR.
4- Las respuestas correctas son pegadas en la escalera, comenzando de abajo hacia arriba. Las respuestas equivocadas no serán usadas. Vence el equipo que llega más alto.
5- Solicite para que un representante de cada equipo dibuje una persona en el escalón donde lograron llegar.
6- Al final el equipo vencedor irá a abrazar a los demás jugadores.
7- Diálogo: Mirando a estas escaleras, podemos comprender un poco como es que los Espíritus (nosotros) evolucionamos moralmente. Cuanto más virtudes conquistamos para nuestro corazón, significa que progresamos, evolucionamos. Pero no basta tenerlas, sino que es necesario ACTUAR CON ELLAS (ACTUAR EN CONSECUENCIA) Y SIEMPRE MEJORARLAS.
8- Opción: El equipo que se acuerde de las virtudes que faltan en su escalera y las escribe en una hoja separada (definiéndolas) ganará un punto extra.

http://lamammas.files.wordpress.com/2009/05/escalera-al-cielo1.jpg Imagen de la escalera.

martes, 1 de octubre de 2013





DESAFÍOS EXISTENCIALES 
Traducción no oficial 
 La existencia física en el bendito Planeta terrestre es un desafío continuo, en razón de las ocurrencias que se tornan necesarias para la conquista de los valores ético-morales, indispensables al éxito espiritual, en el emprendimiento evolutivo. Nadie reencarna sin un elevado objetivo psicológico que corresponda al resarcimiento de los caminos antes recorridos equivocadamente, así como de los crímenes practicados por la insensatez y por el egoísmo. Renacer en el cuerpo somático es bendición que el Señor a todos ofrece, a fin de auxiliarlos en el proceso de liberación de las malezas que acompañan al Espíritu desde los primeros momentos en que se le presentaron la razón y el discernimiento concediéndole la responsabilidad por los actos. Es natural, por lo tanto, que, aún en las existencias muy bien planificadas en el Más allá, ocurran sorpresas perturbadoras, no pocas veces causando inquietud y graves sufrimientos. Aquí, es un amigo querido que, sin motivo aparente se transforma en férreo adversario; en otra circunstancia es un ser amado, en quien la confianza era una roca, que se alejó de la convivencia, presentando explicaciones esdrújulas e inverosímiles, como la habitual frase: el amor se acabó, como si ese fuera un líquido a derramarse de su depósito hasta vaciarse, más delante es una enfermedad inesperada, produciendo desconfort e inseguridad, cuando la salud se hacía más necesaria. Otras veces, son las dificultades económicas generando aflicciones sin nombre, persecuciones inclementes, sembrando discordias e impedimentos al avance, surgiendo agresiones de todo porte angustiando lo profundo del ser en forma de inquietudes íntimas, o el recrudecimiento de conflictos emocionales que se revelan y que generan angustia y desencanto Sin embargo, esos desafíos, tienen gran valor para la transformación moral del ser humano, si es de su agrado. Administrar todas las dificultades, comprendiendo que todo cuanto le ocurre es portador de una razón que, aunque ignorada, tiene significados justos, trabajando por su perfeccionamiento espiritual. Si fuese diferente la existencia, cual una línea recta, las personas serían invadidas por el tedio, por el desinterés de su progreso, sin el estímulo del esfuerzo para escalar otras cimas intelecto-morales, que facultan la perfecta comprensión de los elevados objetivos liberadores. Para que se alcance la cima de un monte es necesario vencer, etapa a etapa, los declives y los impedimentos, los abismos que se abren a los pies y adaptarse a la atmósfera rarificada, de modo a beneficiarse de las bendiciones de las alturas. El esfuerzo, a veces hercúleo es compensado por la belleza del paisaje, por el bienestar que toma cuenta del victorioso, por la alegría de haber alcanzado la meta que se propusiera. De igual manera, es una caminata por las tortuosas veredas ofrecidas por la reencarnación. No se trata, sin embargo, de una experiencia que solamente puede ser vencida por los privilegiados, pero que se encuentra al alcance de todos aquellos que comprenden los significados de la realidad y las diferencias entre la ilusión de poseer y del placer, en relación a la alegría legítima de vivir. La necesidad de viajes, la conquista de placeres, los juegos de la ilusión…. se vuelven en imprescindibles, en esta época moderna de turismo, en nombre del resarcimiento de las fuerzas, del descanso de las actividades habituales, de la cultura y de la convivencia con otras personas, con sus hábitos, sus conquistas, sus realizaciones. No obstante, no pocas veces, esas excursiones placenteras se transforman en verdaderas pesadillas, desgastes orgánicos y emocionales, desequilibrios de variadas órdenes. Sin embargo, cuando se tiene consciencia de los objetivos existenciales, la alegría y el bienestar se presentan a menudo en las pequeñas ocurrencias del día a día, igualmente cuando alguien prefiere vacaciones y viajes, la programación es enriquecida de otros valores que no producen desperdicio de fuerzas, ni desconfort. Los placeres son también necesarios al equilibrio humano, tanto cuanto la tristeza momentánea que conduce a la reflexión ante los acontecimientos inesperados y angustiosos, pero, sobre todo la alegría de vivir y de poder desarrollar los valores espirituales adormecidos, aunque sea bajo los golpes del martillo del sufrimiento. Delante de cualquier desafío, permanece tranquilo y confiado, persistiendo en tus objetivos elevados, sin pensar que te encuentras desamparados u olvidado de la Divina Providencia, como hacen los egoístas que, de la jornada humana solamente aguardan bonanzas que se creen merecedores. La piedra que rueda al sabor de la corriente se redondea, se torna más fácil de ser conducida. De igual manera, el Espíritu rectifica las deformidades morales, que son los compromisos no atendidos y los errores cometidos, al sabor de los golpes sufridos durante el curso existencial. Mantente, de ese modo, optimista, cuando seas visitado por cualquier desafío que te parezca demasiado fuerte, buscando la mejor manera de administrarlos. Inercia, de cualquier naturaleza es síndrome de muerte o de degeneración. Avanza, por lo tanto, alegre por las excelentes oportunidades de aprendizaje durante el carro carnal, del cual deberás salir victorioso. Nadie alcanza la plenitud sin la contribución de la lapidación moral propuesta por los Soberanos Códigos de la Divina Justicia, a fin de que el Espíritu alcance su estado de plenitud. Siempre que te veas del brazo de las dificultades y desafíos, piensa que estás siendo homenajeado por la vida, a fin de que alcances la liberación que te aguarda. Nunca te permitas la rebeldía o la agresividad por estar siendo visitado por el sufrimiento, sin el cual no lograrías alcanzar las estrellas. Cuando veas a alguien en triunfo, considera que su júbilo, es resultado de luchas y de renuncias, de dedicación y de trabajo. Nada existe gratuito y especial en las determinaciones divinas a beneficio de algunos individuos y en detrimento de otros. Todos los Espíritus pasan por mismo crisol purificador, excepto Jesús, que antes de ser lo que somos ja era nuestro Guía y Modelo. La bonanza siempre llega, sin embargo, después de pasada la tormenta. De igual manera, ocurren las conquistas del ser humano entre unas y otras tempestades, que son los desafíos de todo orden, propicios a su desarrollo. Nunca vos dejaré a solas! – exclamó el Amigo incomparable, demostrando Su amor por Sus criaturas. No dudes jamás de Su presencia a tu lado, aunque en las circunstancias aflictivas, tengas dificultades en percibirlo. Persevera abrazando tus deberes, aunque se te presenten momentáneamente en forma de cruz, y plantate si fuere el caso, en el calvario de la liberación, porque solamente habrá resurrección en la madrugada de luz posterior a la noche de la desencarnación 
  Del libro “Liberta-te do Mal” página 151 Espírito Joanna de Angelis, psicografía de Divaldo Pereira Franco