RESPLANDECIÓ LA LUZ
Emmanuel Página recibida
por el médium Francisco Cândido Xavier.
ANUARIO ESPÍRITA 1999
“El pueblo que estaba asentado en tinieblas
vio una gran luz; y a los que estaban asentados en
la región de sombra de la muerte la luz les
resplandeció”
Mateo, 4:16
Refiriéndose al
comienzo de la Sublime Misión de Jesús, el apóstol
Mateo clasifica
al Maestro como la Gran Luz que comenzaba a brillar para
los que
permanecían estacionados en las tinieblas y para los que se
conservaban en la
región de sombras de la muerte.
Esa imagen
proporciona una idea general de la interpenetración de
planos en todos
los centros de la vida humana.
En la superficie
del mundo se desenvuelven los que se encuentran en
la sombría noche
de la ignorancia y se esfuerzan los espíritus caídos en los
despeñaderos del
crimen, muertos por los errores cometidos, aspirando que
llegue el día
sublime de la redención.
Sin embargo,
semejante paisaje, no abarca tan sólo a los círculos de
las criaturas que
se revisten de la envoltura material, porque es extensiva a
la gran cantidad
de seres terrestres que militan en las labores del orbe, sin
la indumentaria
de los hombres encarnados.
Pues, el Maestro
es, el Orientador Supremo de todas las almas que
permanecen o
transitan en el mundo terreno.
Su Luz inmortal
es el tesoro imperecedero de las criaturas.
Los que aprenden
o rescatan, los que se curan o que expían encuentran
en su corazón la
claridad de los Caminos Eternos.
La multitud que se estaciona en las tinieblas de la ignorancia y
las
numerosas filas
de los que fueron detenidos en la región de la muerte por sus
propios errores
deben comprender esa Luz que está brillando ante sus ojos,
desde hace veinte
siglos.
Antes del Evangelio podía haber grande sombra, pero con Cristo
vibra la claridad
resplandeciente del nuevo día.
Que sepamos
comprender la misión de esa Luz, pues sabemos que toda
mañana es un
nuevo llamado al esfuerzo de la vida.
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